Lunes 15 de Marzo de 2010, 12:38

No perder con el cambio climático

| Si el país cuida los recursos naturales y comienza a considerar planes para adaptarse al cambio climático, entonces algunos de sus efectos benéficos podrían ser aprovechados por el sector agrícola para potenciar la producción de alimentos.

“En las próximas décadas, la región Pampeana podría registrar un aumento moderado de la temperatura y las lluvias que beneficiarían la productividad de algunos cultivos anuales. En el mediano plazo, el mayor riesgo para el sector estará asociado a la probable intensificación de los eventos extremos, especialmente los relacionados con las lluvias”. Así se expresó la especialista del Inta Castelar, Graciela Magrín, una de los 800 profesionales del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (Ipcc, por sus siglas en inglés) que ganó el premio Nobel de la Paz a raíz de un informe en el que se afirmaba que las actividades humanas eran las causantes principales del cambio climático. Además, es la primera investigadora del Inta invitada por una revista de importante tirada nacional para participar de un artículo en homenaje a las mujeres en su día, presentada como una persona destacada en el ámbito científico. El cambio climático produce importantes modificaciones a nivel mundial que podrían ser relativamente aprovechadas por la Argentina en su rol de proveedor mundial de alimentos, siempre que el país sea capaz de conservar la calidad de sus recursos naturales y de planificar medidas adecuadas para encarar los cambios. “En el caso de la agricultura, los avances tecnológicos permitirían adaptar las producciones ante modificaciones progresivas del clima. Sin embargo, el riesgo mayor estará asociado con los episodios climáticos extremos”, afirmó Magrín. En el caso de la agricultura, si el clima se modifica lentamente, se van desarrollando e implementando nuevas tecnologías que permiten adecuarse o adaptarse a los cambios. “El problema será entonces la intensificación de los eventos extremos”, dijo la especialista. Magrín consideró que, en los próximos 20 años, la Argentina podría ser una “no perdedora” con el cambio climático: “El país tiene muchas oportunidades porque, en términos medios, vamos a estar relativamente favorecidos. Eso quiere decir que si nosotros mantenemos la calidad de recursos naturales y los sabemos cuidar -si no hacemos producciones o tipos de cultivos que puedan estropear nuestro medio ambiente-, tenemos muchas posibilidades de seguir siendo uno de los grandes productores de alimentos en el mundo”. Fuente: AIM.