Miércoles 14 de Mayo de 2008, 10:43

Oposición y ruralistas hicieron causa común contra el Go

| Legisladores de la oposición expresaron un fuerte respaldo a las entidades ruralistas durante una audiencia pública en el Senado sobre el conflicto agropecuario, en la que abundaron críticas al Gobierno.

Las bancadas opositoras, entre ellas las del radicalismo, la Coalición Cívica, el Pro, el socialismo y justicialistas disidentes, recibieron en el Salón Azul a representantes de las cuatro principales entidades agropecuarias, e incluso a dirigentes de segunda línea y a "agricultores autoconvocados". Entre los ruralistas estaban los titulares de la Sociedad Rural, Luciano Miguens; el de Confederaciones Rurales, Mario Llambías; el vicepresidente de la Federación Agraria, Pablo Orsolini, y el dirigente Alfredo De Angeli. Tanto los políticos como los hombres de campo coincidieron en fustigar al Gobierno por la falta de diálogo, y en particular la falta de legisladores oficialistas en la reunión. Al respecto, el diputado de la Coalición Cívica Adrián Pérez -uno de los primeros en hablar- dijo que era "vergonzoso" que los legisladores kirchneristas no hayan concurrido, y responsabilizó luego al Gobierno por el "diálogo absolutamente fraudulento" que mantuvo con el campo. A continuación habló Llambías, quien señaló que "la gente de campo se sintió defraudada" cuando se aumentaron las retenciones, y aseveró que con esa medida hubo conciencia de que el Gobierno "le estaban sacando plata, a los gobernadores, a los intendentes y al pueblo argentino, y dándosela a un funcionario de la Casa Rosada para que maneje a su antojo la chequera oficial". A su vez, el vicepresidente de la Federación Agraria, Pablo Orsolini, afirmó que en la actualidad el país tiene "las mejores oportunidades mundiales de todos los tiempos", por los altos precios de los productos del campo, y remarcó que "ahora se demoniza a la soja, cuando fue la soja lo que salvó a la Argentina". El titular de la Sociedad Rural, Luciano Miguens negó que el campo sea "conspirador", y afirmó que en cambio "ha sido solidario, y colaboró para que los precios (de los alimentos) se mantuvieran bajos". Calificó al aumento de las retenciones como "una medida confiscatoria, a pocos días de la recolección de la soja, cuando ya había subido poco después de la siembra", y aseveró que "los gobernadores tienen la responsabilidad de apoyar el campo". Luego de los ruralistas comenzaron a hablar los legisladores de los distintos bloques. Uno de los más duros fue el titular del radicalismo, Gerardo Morales, quien planteó la realización de una campaña "para juntar un millón de firmas, para que se sepa que este no es el reclamo solo del campo sino de la sociedad argentina". Morales les reclamó luego a gobernadores del oficialismo que "manden a sus legisladores al Congreso", para votar un proyecto de ley para derogar las retenciones. Luego, el socialista Rubén Giustiniani, a su turno, pidió al Gobierno "que abandone la soberbia y tozudez, y que escuche a los que trabajan y producen en la Argentina de todos los días", para lo cual dijo que debe "volver a la mesa de diálogo". En tanto, el diputado del PRO Federico Pinedo expresó que esa fuerza considera "totalmente legítimo el reclamo del sector rural", y sostuvo que este "no es un conflicto solamente del agro sino de todos los argentinos". Criticó "la falsificación" de los índices de inflación, y dijo que "no tiene que haber más Morenos sueltos en las ciudades o en el campo". Posteriormente, el ex presidente Adolfo Rodríguez Saá dijo que "el mundo carece de alimentos, y los países productores tienen una gran oportunidad". "Brasil lo está aprovechando, mientras que la Argentina en vez de producir más estamos enfrentando una situación que nos impone un gobierno que no comprende la realidad", concluyó Fuente: NA.