Martes 4 de Julio de 2006, 11:04

Para los Obispos se solucionará el conflicto de las pasteras

PAPELERAS | Los obispos Jorge Lozano, de Gualeguaychú, y Pablo Galimberti, de Salto, Uruguay, sostuvieron que observan "una luz" para que los gobiernos de Argentina y Uruguay logren destrabar la problemática por la instalación de las pasteras en Fray Bentos.

Los obispos Jorge Lozano, de Gualeguaychú, y Pablo Galimberti, de Salto, Uruguay, afirmaron hoy que se están dando "señales" en la relación bilateral argentino-uruguaya "para que los presidentes -Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez- puedan cumplimentar" el objetivo de destrabar la problemática pastera al margen de los estrados judiciales. "Se va generando un clima propicio y adecuado para la búsqueda de una instancia superadora", señaló monseñor Lozano, al tiempo que agregó que "cuanto antes" se produzca el postergado encuentro Kirchner-Vázquez "mejor". Por su parte, monseñor Galimberti se manifestó en la misma sintonía positiva, aunque apuntó que "preocupa también" que haya algunas posiciones "fanatizadas" desde las asambleas ambientalistas de Gualeguaychú y el Uruguay. "Es difícil, a veces, cuando uno está fanatizado en una idea, en un razonamiento y no tenga la capacidad de escucha de las dificultades de los otros hermanos", remarcó el titular de la Conferencia Episcopal uruguaya. Los obispos, que se definen como "facilitadores de diálogo" en el complejo conflicto por la instalación de dos pasteras en Fray Bentos, volvieron hoy a hacer un concreto gesto en procura de hacer un aporte al encuentro de una salida bilateral consensuada. "La Haya -juicio planteado por Argentina en el Tribunal Internacional de Justicia- no es el único camino, es un camino jurídicamente viable, pero nos parece que es importante avanzar en otras instancias de diálogo", subrayó Lozano. En ese sentido, agregó que "es necesario y muy importante fortalecer todo aquello que tenga que ver con la fraternidad que se ha construido a lo largo de décadas -entre los pueblos- y que es importante que no se dañe". Los prelados hicieron públicos sus puntos de vista y las acciones que vienen desarrollando en una conferencia de prensa que brindaron en la casa de retiro "La Montonera", en la localidad bonaerense de Pilar. El tema estuvo colateralmente incluido en el VIII Simposio organizado por la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM) y la Unión Internacional de Asociaciones Empresarias Cristianas (UNIAPAC), bajo la consigna "La empresa socialmente responsable: generadora de puestos de trabajo dignos, creadora de riquezas y factor de distribución". Monseñor Lozano aseveró que las "señales" que se dieron desde el gobierno argentino estuvieron expresadas por Kirchner, comunicaciones hechas por la Cancillería y presencias y expresiones públicas de la senadora Cristina Fernández de Kirchner y el presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, Carlos "Chacho" Alvarez. A su turno, monseñor Galimberti indicó que "siempre hay luces esperanzadoras hasta en las noches más negras y oscuras de la historia, mucho más en esta que no ha llegado ciertamente a tal grado de oscuridad". En otro orden, relató que como flamente obispo de Salto visitó -por invitación- las instalaciones de la empresa finesa Botnia y añadió que en su recorrida recogió "elementos de juicio" que aportó en sus permanentes contactos con monseñor Lozano. Respecto de cómo viene recibiendo el gobierno uruguayo las gestiones que encabeza como máxima autoridad de la iglesia católica de ese país -que está separa del Estado-, dijo que "en buenos términos". "Todo lo que contribuye a fortalecer el entendimiento entre los pueblos para una cooperación en un desarrollo sustentable, evidentemente para cualquier gobernante con 2 dedos de frente tiene que ser bienvenida", consignó. De igual modo, opinó que "es difícil" que la construcción de las pasteras de Botnia y Ence se detengan -en especial la finesa, que está en marcha-, y por eso dijo que "sólo un diálogo fructífero" podrá encauzar la situación. "Las empresas no son caprichosas, no nacen porque sí nomás, sino porque hay necesidad de trabajo. Sin trabajo no hay dignidad, no hay familia, no hay pueblo... No puede ser que todo el mundo esté desocupado mirando hacia arriba y rascándose", se explayó. Ante esto, monseñor Lozano manifestó que resulta indispensable "un desarrollo integral de los valores propios de un desarrollo sustentable, para que el bien sea para las personas y para el medio ambiente, al fin, absolutamente vinculados entre sí". Fuente: Télam.