| El gremio ferroviario La Fraternidad inició este miércoles al mediodía un sorpresivo paro que dejó a pie a miles de pasajeros, y que al caer la noche derivó en serios incidentes, con quince detenidos frente a la estación Constitución.
El gremio ferroviario La Fraternidad inició este miércoles al mediodía un sorpresivo paro de actividades que afectó el servicio de las líneas Mitre, Sarmiento, San Martín, Roca y Belgrano Sur, en una medida de fuerza que dejó a pie a miles de pasajeros, y que al caer la noche derivó en serios incidentes, con quince detenidos frente a la estación Constitución.
Un grupo de personas, principalmente jóvenes, protagonizó graves incidentes y destrozos en el sector de la estación Constitución que da sobre la avenida Brasil. Varios locales ubicados sobre uno de los laterales del edificio sufrieron destrozos provocados por piedras que fueron arrojadas desde la calle.
Los atacantes prendieron fuego a contenedores con basura y destrozaron los frentes de los negocios cercanos a la estación ferroviaria. El Secretario de Seguridad, Sergio Berni, denunció públicamente que los incidentes fueron "a propósito, para generar caos".
Los disturbios se iniciaron en pleno paro de trenes y mientras muchos usuarios aguardaban en las desbordadas paradas de colectivos para regresar a sus hogares. Desde el interior de la estación, se arrojó agua para intentar persuadir a los que protagonizaban incidentes en la calle.
Los destrozos tenían lugar sin presencia policial y en medio de una situación fuera de control, pero luego de los primeros disturbios se montó un dispositivo sobre las dársenas de colectivos.
También prendieron fuego distintos elementos y rompieron parte de las obras del Metrobús de la 9 de Julio. Por otro lado, los usuarios se mostraron este miércoles molestos por el imprevisto paro y tuvieron que recurrir a otras alternativas de transporte.
Durante la tarde, largas colas se observaron en las paradas de colectivos, donde en muchos casos tenía que esperar por otra unidad ya que cada unidad viajaban al tope de su capacidad y sin posibilidad de que asciendan más pasajeros.
Las estaciones de Constitución, Retiro y Once fueron lugares donde un mar de personas inundó veredas y calles, donde aguardaron con paciencia para intentar subirse a un colectivo, combi o taxi.
A la hora de regreso, la situación se tornó caótica en muchos puntos de la ciudad.
Los trabajadores del tren cumplieron con su promesa de paralizar los servicios de trenes en la zona metropolitana de Buenos Aires en protesta contra la instalación de cámaras de seguridad en las cabinas de las formaciones.
El Gobierno salió al cruce de las versiones que apuntaban a que la medida de fuerza se realizaba por un atraso en el pago de los aguinaldos.
El Ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, aseguró que el sorpresivo paro que declaró La Fraternidad "es consecuencia de la instalación de cámaras en las cabinas de conducción", ya que "el aguinaldo se paga este jueves, cuarto día hábil del mes, como sucede desde hace ocho años".
"No existe ningún inconveniente con el pago del aguinaldo a los trabajadores ferroviarios. Por lo tanto no tiene ningún sentido que hagan un paro y perjudiquen a millones de pasajeros por un problema que no existe", indicó.
En ese sentido, el funcionario precisó: "Este jueves los ferroviarios cobran su salario y aguinaldo con 23 por ciento de aumento, retroactivo a marzo, más 90 pesos por día trabajado en concepto de viáticos".
"La verdad es que se oponen a la instalación de cámaras en la cabina de los conductores, porque no quieren que haya medidas de control que apuntan a mejorar la seguridad del servicio", añadió.
Randazzo señaló: "Es inexplicable que se opongan a la instalación de cámaras. Quien no tiene nada que ocultar no tiene por qué oponerse a una medida de este tipo". "La idea es que se utilice este tipo de tecnología para que frente a un inconveniente no quede ningún tipo de dudas respecto de cómo opera cada actor del sistema", añadió el titular de la cartera de Transporte.
La medida de fuerza que se inició al mediodía de este miércoles y se extenderá por doce horas y podría repetirse durante los próximos días si el Gobierno nacional insiste con la "intención persecutoria" de instalar las cámaras, aseguraron desde el gremio a la prensa.
El paro fue iniciado por los trabajadores que se desempeñan en los ramales Sarmiento, que une a Once con Moreno, y en el Mitre, que va de Retiro hacia el norte del Conurbano. Minutos después se sumaron los maquinistas de los trenes del Roca, el San Martín y el Belgrano Sur, afectando a miles de pasajeros. En tanto, el Urquiza y el Belgrano norte no se plegaron a la medida de fuerza.
