Martes 13 de Noviembre de 2007, 10:45

Peirano no será ministro en el gobierno de Cristina

| Antes de asumir la presidencia, Cristina Kirchner enfrenta la primera crisis en el gabinete de su esposo. El ministro de Economía, Miguel Peirano, ya tiene resuelto no participar en su gobierno.


El primer conflicto explícito, que el ministro dejó trascender a la prensa, lo desató la expulsión de 13 funcionarios del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) enemistados con el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Esos técnicos no sólo no serán reincorporados al organismo, sino que serán absorbidos por el Palacio de Hacienda en la Secretaría de Política Económica. En plena transición, la purga del Indec fue más que una manifestación de poder por parte del secretario Moreno. Se trató de un indicio vehemente de que la política de enmascaramiento de las estadísticas de precios continuará durante el gobierno de la señora de Kirchner. Esa perspectiva pone en tela de juicio un instrumento principal que la nueva presidenta consagró antes de iniciar su gestión: el pacto social. Economistas cercanos a Peirano sostienen que es imposible acordar con los empresarios y los sindicalistas las principales variables de la economía sobre la base de cómputos viciados en su credibilidad. Es probable, según esas mismas fuentes, que Peirano no viera en este problema sólo una encrucijada técnica. Dotado de una sensibilidad política inusual en la mayoría de los economistas, el ministro puede prever para sí el incómodo papel que tuvo Roberto Lavagna durante su participación en el equipo de Kirchner: es decir, el de un funcionario que debe poner más empeño en diferenciarse de lo que se decide en la cúspide que en contribuir con sus iniciativas a la marcha de la administración. A esta incomodidad política se sumarían algunos malestares más específicos. Por ejemplo, el que producen en el quinto piso del Palacio de Hacienda las versiones sobre el desplazamiento de Leila Nazer, leal sucesora de Peirano en la Secretaría de Industria, que él dejó al reemplazar a Felisa Miceli. La probabilidad, muy alta, de que Peirano no sea el ministro de Economía de Cristina Kirchner comenzó a desatar una interna sucesoria para el cargo. La versiones iniciales ponen el foco en Beatriz Nofal, que se desempeña en la Agencia de Inversiones del Gobierno por indicación de Alberto Fernández. Menos previsibles, hay especulaciones también sobre Martín Lousteau, presidente del Banco Provincia, al que varios funcionarios suponían, hasta hace 48 horas, heredero del Banco Nación durante la gestión de la actual primera dama. Sería una designación curiosa: también Miceli recorrió los 100 metros que separan al Nación del Ministerio de Economía, cuando Lavagna dejó el poder. La decisión de Peirano de alejarse del cargo en protesta por lo que él considera condiciones inaceptables en el manejo de la política económica podría operar como un espejo que adelanta respecto del comportamiento similar de un funcionario más encumbrado: Alberto Fernández.