Lunes 11 de Septiembre de 2006, 11:04

Policías abandonan la protesta en Santiago del Estero

| La gran mayoría ya dejó la Jefatura de la Policía en la capital de la provincia. Sólo permanecerían en la sede unos pocos rebeldes. El conflicto, que comenzó por un reclamo salarial y se extendió por siete días, se había agravado ayer tras la exoneración de 115 efectivos.

La gran mayoría de los más 1.000 policías que desde hace una semana se habían autoacuartelado en la Jefatura de Policía provincial de Santiago del Estero puso fin a la protesta y abandonó el lugar, en donde, según fuentes oficiales y testigos, solo permanecería un puñado de rebeldes. El conflicto, que comenzó por un reclamo salarial y de mejores condiciones de trabajo, se había agravado ayer después de que el gobernador Gerardo Zamora anunciara la exoneración de 115 de los efectivos acuartelados con el declamado propósito de "romper la cúpula" de la rebelión. Tras el anuncio, estalló la violencia: primero los rebeldes dijeron que no abandonarían el lugar y luego unos 3.000 manifestantes que apoyan al Gobierno provincial trataron de sacarlos por la fuerza, para lo cual quemaron un auto y destrozaron puertas y ventanas, mientras desde adentro les arrojaban gases. Posteriormente se llevaron a cabo reuniones, en medio de las cuales Zamora aseguraba estar pidiendo la intervención de la Gendarmería para sacar a los huelguistas por la fuerza, lo que fue desmentido por el Ministerio del Interior. Junto con las exoneraciones, el gobernador Zamora firmó ayer un decreto por el cual puso en emergencia el servicio público de seguridad por 180 días. La protesta había comenzado lunes pasado con el autoacuartelamiento en reclamo de una suba del 150% en el sueldo básico como reclamo principal. Anoche, tras los incidentes, hubo una asamblea y los autoacuartelados decidieron quedarse y resistir. Pero esta mañana casi todos los rebeldes depusieron su actitud.