Jueves 9 de Febrero de 2006, 10:44

Por focos de aftosa se cierran mercados para la carne

| Se detectó un foco al norte de Corrientes, cerca de Paraguay. Ya se acordonó la zona. Chile, un comprador clave, anunció que deja de comprar. Podría bajar el precio de la hacienda.

Un brote de fiebre aftosa anunciado ayer en la un campo ubicado en la localidad de Herliztka, en el departamento San Luís del Palmar de la provincia de Corrientes. La noticia comprometió el estatus internacional de la Argentina como país libre de aftosa y provocará pérdidas millonarias al sector ganadero y al fisco nacional. El foco fue denunciado por los propietarios del establecimiento San Juan propiedad de la familia Romero Ferís, en la actualidad administrado por el hijo del ex senador, José Antonio Romero Brisco. La población de animales susceptibles es de 3067 y los casos que presentan signos clínicos son 70 de un lote 135. La edad de los bovinos afectados oscila entre los 18 y 24 meses y son animales de la raza Braford, que ya tienen realizadas dos vacunaciones anteriores, la última en el mes de noviembre. Ayer también fue detectado otro caso en el departamento de Empedrado, el animal había sido trasladado en un camión jaula desde la cabaña San Juan y ya se encuentra aislado. En tanto otros dos camiones trasladaron hacienda a Concepción, pero los animales fueron inspeccionados y no presentan síntomas de la enfermedad. Desde la SENASA se dispuso la inmovilización de la hacienda de los siete departamentos lindantes (Corrientes Capital, San Cosme, Itatí, Berón de Astrada, General Paz, Mburucuyá y Empedrado). Además por 40 días estas localidades no podrán vender cabezas de ganado. Las medidas de emergencia en la zona afectada fueron tomadas con la esperanza de que el virus no se extienda a otras regiones del país, como sucedió en 2001, cuando Argentina perdió casi todos sus mercados de exportación. A partir de 2002, los negocios externos recomenzaron tibiamente y el año pasado marcaron el récord de casi 1.400 millones de dólares. Pero esa trepada de la demanda del exterior, sumada a la interna, también fortalecida, presionó sobre el precio de la carne, lo que llevó al gobierno a tomar diversas medidas. La última fue la creación de un registro de exportadores, para que los interesados pidan un permiso para cada negocio. Los frigoríficos propusieron entonces una autolimitación de embarques, para mejorar el abastecimiento interno. Pero, ahora, todo cambia con la aftosa, porque son los mismos clientes de la Argentina los que comienzan a decir que no quieren comprarle más carne. Chile, un comprador clave, fue de los primeros en anunciar el cierre. También lo hicieron Uruguay y Brasil (por ahora limitado a la provincia de Corrientes), que perdió muchos mercados por la aparición de varios focos en su territorio desde el año pasado. Los propios frigoríficos reconocen que lo más lógico es que muchos otros, incluída la Unión Europea, tome igual actitud. Tras comprobar el foco, el Senasa comunicó la noticia a la Organización Internacional de Epizootias (OIE), que había otorgado al país el status de "libre de aftosa con vacunación". Con esa rápida comunicación, se marcó una diferencia con la situación de 2001, cuando durante el gobierno de Fernando De la Rúa se intentó ocultar la noticia y, mientras tanto, no se adoptó ninguna medida, con lo cual el virus se dispersó por fuertes zonas ganaderas.