Miércoles 20 de Febrero de 2008, 07:39

Preocupan casos de fiebre amarilla

| Suceden en Paraguay, pero en Corrientes hay vacunaciones por prevención. En Entre Ríos no hay alerta.

Un hombre murió ayer en Asunción con los síntomas característicos de la fiebre amarilla, informaron fuentes del Instituto de Medicina Tropical (Lacimet) de la capital paraguaya. Ya son ocho las víctimas fatales del flagelo que conmociona al país vecino y tiene en vilo a la población argentina en la zona de frontera. Por caso en Corrientes ya se iniciaron vacunaciones preventivas y en Entre Ríos, autoridades confiaron que, por ahora, no se tomarán medidas sanitarias. Mónica Ilardo, directora de Epidemiología de Entre Ríos explicó que es en el área limítrofe con la nación guaraní donde se llevan adelante acciones sanitarias. De todas formas, dejó saber que el personal de salud de la provincia es instruido acerca de cómo detectar posibles casos. En Paraguay el panorama alarma. Según la edición on line del diario Última Hora de Asunción, que cita al Lacimet, un hombre de 49 años del barrio Santa María de San Lorenzo murió esta madrugada en ese centro asistencial con los síntomas característicos de la fiebre amarilla. La víctima, que presentaba desde hace ocho días un cuadro de fiebre y nauseas, tras permanecer internado en el hospital de San Lorenzo fue trasladado al Lacimet el lunes por la tarde. Los familiares, tras la muerte afirmaron que permitirán que se practique la autopsia al cuerpo para determinar la causa de la muerte, ya que algunos médicos dijeron que podría tratarse de una infección pulmonar. En tanto, miles de personas exigían ayer frente al ministerio de Salud paraguayo ser inmunizadas contra la fiebre amarilla y no permitían que los camiones con las dosis salgan del lugar, mientras que en varios hospitales había manifestaciones con iguales reclamos. El viceministro paraguayo de Salud, Antonio Barrios, pidió calma a la gente que se encuentra en los hospitales y centros de Salud donde no hay vacunas y aseguró que “eso se debe a que la gente que acude en masa al ministerio de Salud está bloqueando la salida de los vehículos repartidores”. Barrios indicó que “la falta de vacunas en algunos centros” como los de Limpio, Mariano Roque Alonso, Luque y Materno Infantil de San Lorenzo, entre otros, “se debe solamente a que los camiones repartidores de las vacunas no pueden salir del Ministerio de Salud”. El funcionario afirmó que “la gran cantidad de personas que se encuentra en las inmediaciones del ministerio congestionan todo el tránsito en el lugar y hacen imposible la salida de los vehículos del ministerio”. La fiebre amarilla es una enfermedad infecciosa aguda, de rápida evolución, que se transmite por la picadura de mosquitos. Su gravedad puede ser muy variable. Independientemente de su intensidad, una vez padecida se adquiere la inmunidad de por vida. Sólo en los casos más graves aparece la clásica triada de síntomas: ictericia, hemorragia y albuminuria intensa. Durante la incubación, que dura entre tres y seis días, el virus permanece inactivo. La primera fase, que dura entre tres y cuatro días, se caracteriza por fiebre, escalofríos, dolores musculares, cefaleas, pérdida de apetito, náuseas y vómitos. Pasado este periodo el paciente mejora y los síntomas desaparecen. Fuente: diario Uno.