"Cacerolazo al Cielo"

"Así era antes y daba resultado", dijo Leonor Biaus, de 90 años, una de las impulsoras de la campaña que ya ha comenzado a tener éxito. El poder de "la oración conjunta es muy fuerte. Son tiempos de María, este es un llamado urgente de la Virgen", dijo María Cazenave. Los obispos de las diócesis de Mar del Plata, monseñor Juan Alberto Puiggari, y su par de Rosario, monseñor José Luis Mollaghan, instaron a los sacedores y feligreses a rezar por estas intenciones. En el caso de Mar del Plata, el vicario general de la diócesis, Armando Ledesma, confirmó que monseñor Mollaghan impartió directivas de que se recen misas y se hagan rogativas para alejar la sequía. En tanto, monseñor Mollaghan admitió en una reciente carta pastoral que "una cosa es oír las noticias por la radio o verlas por la televisión y otra comprobar personalmente la falta de agua y la sequía". "Ni hablar cuando vamos aún más al norte de la Provincia (de Santa Fe) y del País", añadió. "Por eso les pido, que iniciemos una campaña de oración, con entusiasmo y unidospara pedir confiadamente la lluvia (ad petendam pluviam)", señaló el prelado. La agencia AICA de noticias señaló la semana pasada que el Movimiento de Cursillos de Cristiandad de la diócesis de Concordia, zona San Salvador (Entre Ríos) realizó el viernes último a una jornada de oración para pedir por la lluvia. Cada media hora, de 7 a 22 se rezó el Rosario a María Auxiliadora, patrona del agro argentino y finalizó con el Vía Crucis en el templo de la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús. Al día siguiente se rezó una misa por la misma intención. Los organizadores convocaron a sumarse a una cadena de oración "por la bendición de la lluvia para calmar la sed de la tierra en todo el país". En San Pedro, durante el acto de protesta a la vera de la Ruta 9, el padre Fabián Failache, pidió "trabajo para nuestra gente, lluvia para nuestros campos, fortaleza para nuestros dirigentes y sabiduría para nuestros gobernantes". Destacó que "poniéndose de rodillas ante Dios será la única manera de encontrar soluciones a un conflicto que lleva ya un año y en el que parece que los hombres no quieren escuchar". En la localidad entrerriana de Viale es uno de los lugares arrasados por la sequía, son 15 mil personas que viven del campo, el párroco y los fieles procesionan pidiendo clemencia por la sequía y la plaga de langostas que ataca la zona rural. Fuente: NA.