| El ex Vicepresidente Carlos "Chacho" Álvarez afirmó que reunió varios elementos que le generaron la “certeza absoluta” del pago de sobornos a Senadores, durante el gobierno de la Alianza.
Al declarar como testigo ante el Tribunal Oral Federal 3, mencionó las sospechas que entonces le transmitió el senador nacional por el Partido Justicialista (PJ) Antonio Cafiero. “Se sentía un imbécil, porque, de buena fe y disciplina partidaria, había votado una ley por la que se había pagado”, remarcó.
Con anterioridad, prestaron testimonio el ex Diputado frepasista Jorge Giles y el ex Ministro de Trabajo, Alberto Flamarique. El juicio se sigue al ex jefe de Estado Fernando de la Rúa y otros siete ex funcionarios y senadores, entre ellos el ex legislador entrerriano por el justicialismo Augusto Alasino.
Álvarez actualmente reside en Montevideo, Uruguay, donde ocupa el cargo de secretario general de la Asociación Latinoamérica de Integración (ALADI), para el que fue propuesto por el gobierno nacional, pero ayer por la mañana viajó de regreso a Buenos Aires.
En su declaración, el ex Vicepresidente, que renunció al cargo por estos hechos, agregó que otro de los elementos “relevantes” que lo persuadió fue un artículo del periodista Joaquín Morales Solá, quien, para escribirla, “seguramente consultó varias fuentes”.
Manifestó que en aquella época el Senado estaba “muy degradado” y ningún dirigente político consideraba imposible el cobro de dinero -en este caso se habló de 5.000.000 de pesos- para que saliera aprobada la ley, publicó Télam.
Previamente, se ofrecieron otras testimoniales. Giles aclaró que votó en contra de lo que calificó como una “flexibilización” de las leyes laborales. Relató que -junto a otros “rebeldes” como Jorge Rivas, Eduardo Macaluse y Alfredo Bravo- tuvo diferencias con su bloque que, mayoritariamente, apoyaba las reformas.
En tanto, Flamarique sostuvo que la causa en la que está implicado lo "castigó para toda la vida". El ex funcionario negó haber dicho la frase que se le atribuye: "Para los senadores tengo la Banelco", en referencia a los entonces legisladores peronistas para que dieran su voto a la resistida y polémica ley.
"No sé si voy a poder controlar el odio... es un animal que no se lo deseo a nadie", remató en la sala de audiencias ubicada en el subsuelo de Comodoro Py.
