| El superintendente de Servicios de Salud, Héctor Capaccioli, renunció ayer a su cargo en medio del enfrentamiento que mantenía con la ministra Graciela Ocaña.
Según señalaron fuentes del Ministerio a Noticias Argentinas, Capaccioli presentó la renuncia por pedido del jefe de Gabinete, Sergio Massa “por sus enormes diferencias” con la actual titular de la cartera de Salud.
El ahora ex funcionario, un hombre de confianza del ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, le hizo llegar ayer su renuncia a a Massa y fuentes del Gobierno adelantaron a NA que “Capaccioli seguirá trabajando activamente en el PJ porteño”.
La semana pasada, Ocaña había embestido nuevamente contra Capaccioli, al señalar públicamente que trabajaría para “transparentar” la Superintendencia “y terminar con los kioscos”, con el “pleno respaldo” de la presidenta Cristina Kirchner.
En octubre pasado, la presidenta Cristina Kirchner dio a la ministra el control de la Superintendencia de Servicios de Salud, con lo que salió fortalecida en una disputa interna que la enfrentaba con Capaccioli, quien mantuvo su posición al frente del organismo.
De ese modo, Ocaña pudo nombrar a la mayoría de los gerentes de la Superintendencia de Salud, el organismo que controla a unas 700 obras sociales sindicales y a la medicina prepaga, en medio de la controversia por los aportes a la campaña electoral kirchnerista que habrían realizado empresas farmacéuticas presuntamente vinculadas al narcotráfico.
Parte del conflicto entre Ocaña y Capaccioli se basó en que la Superintendencia de de Salud se vio involucrada en los donativos realizados por empresarios como Sebastián Forza, vinculado al tráfico de efedrina y asesinado en un supuesto crimen mafioso.
La ministra estimó entonces que “lo mejor” sería “que las empresas no puedan aportar a campañas y partidos políticos”, aunque aclaró que los aportes de Forza no influyeron en la política oficial, ya que su Ministerio había “clausurado una de las empresas de Forza en abril”.
Fuente: NA.
