| El gobernador de Río Negro, Miguel Saiz, le pidió ayer la renuncia al titular de la UCR, Gerardo Morales, y le advirtió que la corriente del "radicalismo K" peleará por la conducción del partido.
"Si a Morales le queda un poco de dignidad debe renunciar y llamar de inmediato a elecciones para renovar el partido", señaló Saiz, tras la ruptura que la conducción de la UCR con su ex aliado político Roberto Lavagna.
Durante su paso por la ciudad de Buenos Aires, el reelecto gobernador rionegrino sostuvo que Morales "debe reconocer que se equivocó" al encolumnar a la UCR orgánica detrás de la candidatura presidencial de Lavagna, quien -según indicó- "terminó manteniendo la misma postura que los radicales k".
Incluso, Saiz pidió a la conducción partidaria que "levante" las sanciones dispuestas contra los dirigentes radicales que se sumaron a la Concertación Plural y pidió una campaña de reafiliación completa en el partido.
Saiz, uno de los anotados para dar pelea por la jefatura partidaria, había causado la irá de Morales a fines del año pasado, cuando publicó un breve comunicado en un medio nacional que señalaba: "Señor Morales: cuando se vaya no se olvide de apagar la luz".
La conducción nacional del partido respondió entonces con un comunicado de prensa: "Aún cuando seamos cinco en todo el país, nunca seremos kirchneristas", dijeron.
"¿Y ahora qué? ¡Ya no son ni cinco!", ironizó Saiz este lunes respecto de la recordada frase de Morales, y se burló: "¿Y el proyecto Lavagna dónde está?".
Saiz es una de las principales espadas del radicalismo aliado con el Gobierno, cuya cabeza es el vicepresidente y ex gobernador mendocino Julio Cobos, quien fue expulsado del partido.
Precisamente, Cobos prepara un encuentro para la tercera semana de marzo en la ciudad bonaerense de Junín entre mandatarios y dirigentes radicales kirchneristas para analizar el futuro del espacio dentro de la Concertación Plural en el marco de la reconstrucción del PJ que comandará Néstor Kirchner.
De esa reunión, seguramente surgirá un pronunciamiento fuerte respecto de la conducción partidaria.
Fuente: NA.
