| La fría tarde de ayer nos sorprendió con la novedad de la nueva internación de Roberto Sánchez, nuestro popular Sandro, que ingresó en el Instituto del Diagnóstico, generando primeramente la lógica preocupación que cada tanto suscita el ídolo y que gira en torno de su salud. Sorpresivamente, ya que aún están muy presentes las emotivas escenas de los últimos días, relacionadas con los gratos momentos vividos por Roberto tanto en el Congreso como en Banfield.
Según trascendidos, el doctor Juan Antonio Mazzei, médico personal del "Gitano", salió al cruce de versiones y probables interpretaciones apresuradas al dejar en claro que se trata de un chequeo de rutina, a los efectos de resolver el momentáneo inconveniente que se presentó como corolario de días agitados y con mucha movida emocional para el querido ídolo.
En efecto, no es difícil de imaginar que tal vez haya incidido en esta pequeña descompensación de Sandro todo el ajetreo vivido en las últimas horas, producto de los agasajos y homenajes que se le tributaron.
Luego de una jornada muy sentida en el Salón Azul del Congreso de la Nación, donde figuras del ambiente artístico, del espectáculo en general y amigos le tributaron un formidable homenaje, y del contacto que tuvo en la puerta de su residencia en Banfield, con motivo de la celebración de su cumpleaños número 61, donde muchísimas de sus fans se acercaron a demostrarle su cariño y fidelidad, es probable que algunos signos del agotamiento provocado por tales movidas hayan incidido de alguna manera en el suceso que abordamos aquí.
Lo cierto es que Roberto Sánchez ha tenido en estos últimos días motivos más que suficientes para emocionarse (como fue muy evidente en estos eventos), sentir el afecto de sus seguidores y también para que, producto del cansancio por tales actividades, poder permitirse la necesidad de control y de descanso.
El médico personal de Roberto ha llevado tranquilidad a amigos y fans. Aparentemente el popular ídolo pasaría el fin de semana en el conocido nosocomio, donde estará en observación y en las manos más adecuadas para prodigarle atención y cuidados.
Fuente: diario Crónica.
