Miércoles 4 de Abril de 2007, 10:52

Santa Fe retoma lentamente su ritmo normal

| Los habitantes volvieron a sus tareas habituales y varios servicios públicos comenzaron a funcionar. Unas 20.000 personas aún permanecen alojadas en distintos centros de evacuación. El gobernador pidió al Gobierno nacional una ayuda económica de $20 millones. Denuncian aumentos abusivos en los alimentos. Propietarios de los supermercados lo niegan pero advierten por la probable escasez de lácteos por los cortes de rutas.


Los habitantes de la ciudad de Santa Fe comenzaron a retomar sus tareas habituales y varios servicios públicos comenzaron a funcionar, aunque en los barrios periféricos afectados y centros de evacuados el panorama se presenta desolador a medida que bajan las aguas. Numerosas personas se agolparon desde este martes por la mañana en las puertas de los bancos para sacar dinero de los cajeros automáticos que habían estado cerrados por falta de electricidad, mientras los dueños de supermercados reforzaron la seguridad por el temor a los saqueos. Los vecinos afectados realizan desde el lunes a la noche cortes de calles en diversos sectores de la ciudad en protesta por la demora en la llegada de la asistencia, lo que dificulta la tarea de las empresas de transporte público que no pueden cumplir sus recorridos habituales. En tanto, las denuncias sobre aumentos abusivos en los alimentos comenzaron a llegar a los medios de comunicación locales. Los propietarios de los supermercados negaron esos incrementos pero advierten por la probable escasez de lácteos por los cortes de rutas. También se informó que el tren que une Tucumán con Buenos Aires y pasa por Santa Fe no correrá mañana ni el viernes próximo "al estar anegadas las zonas de circulación, lo que pone en riesgo la seguridad de los pasajeros en las formaciones". Unas 20.000 personas, especialmente de los barrios del sur y oeste de Santa Fe, aún permanecen alojadas en distintos centros de evacuación y muchos de ellos viven en carpas desde hace días, tal como sucedió con la creciente del río Salado de 2003. El gobernador santafesino, Jorge Obeid, solicitó al gobierno nacional una ayuda económica de 20 millones de pesos para solventar en forma parcial los graves daños que ocasionaron las intensas lluvias, que por su volumen fueron las más importantes de los últimos 100 años. Obeid manifestó que acordó una reunión con el presidente Néstor Kirchner para la semana próxima, cuando el mandatario nacional regrese de El Calafate tras Semana Santa. El gobernador destacó que "la ayuda estará destinada a reparar la situación de excepcionalidad que vive la provincia de Santa Fe como consecuencia de los inusuales registros pluviales acaecidos en marzo, en particular los ocurridos en la ciudad de Santa Fe". Indicó que las lluvias afectaron "la situación general de más de 62 localidades situadas en 12 departamentos y se anegaron 3 millones de hectáreas productivas, lo que ocasionó la evacuación de 33.800 personas en toda la provincia". Por su parte, el denominado Comité de Solidaridad y Justicia por Santa Fe, integrado por representantes de distintas organizaciones sociales, se movilizó hoy frente a la Municipalidad de Santa Fe para denunciar las demoras en la llegada de la asistencia. "Queremos denunciar, responsabilizar y repudiar al gobierno municipal por las inundaciones ocurridas en esta capital", destacaron en un comunicado y agregaron que la concentración fue "política pero no partidaria". El subsecretario de gobierno, Walter Gálvez, admitió que antes de ayer "ocurrieron cuestiones complejas y delicadas", en referencia a intentos de saqueo a viviendas y comercios, pero aseguró que junto con la Gendarmería, el Ejército y la Prefectura, empezaron un fuerte operativo en los barrios con asistentes sociales. El dueño de una importante cadena de supermercados, Alcides Kilgelman, aseguró que "esta historia es la misma que la ocurrida en el 2003: piquetes, amenazas y saqueos". El comerciante dijo que reforzará "la seguridad frente a todos sus locales, pero las puertas permanecerán abiertas", al tiempo que negó que haya desabastecimiento, "salvo en el tema lácteos" El representante de la Asociación de Defensa al Consumidor, Luis Lombó, recomendó a quienes se sintieron abusados que conserven el ticket y una vez que la situación esté normalizada se dirijan a la sede de la Dirección de Comercio a radicar la correspondiente denuncia. También s presentan complicaciones para las empresas de transportes, afectadas por piquetes de vecinos en diversos sectores de la ciudad, quienes los amenazan para que no continúen su recorrido. Marcelo Aliot, dueño de la empresa que une la capital santafesina con la vecina localidad de Recreo, manifestó que "solicitará un resarcimiento económico por la imposibilidad de trabajar por los piquetes, ya que hay personas que pidieron que les reintegren el importe del boleto cuando no pueden llegar a destino". Por su parte, el propietario de la línea "7 de Marzo", Daniel Vidal, aseguró que "ponemos recorridos alternativos pero también cortan porque ven por dónde vamos a pasar, ponen barricadas y arrojan basura y no se puede avisar a la gente por dónde vamos a circular". Vidal dijo que piensan en levantar el servicio, ya que "los pocos coches que circulaban -un 40% de la flota está afectada al traslado de evacuados- no pueden hacerlo" y citó el caso de un chofer que "debió permanecer 14 horas arriba del colectivo porque los piquetes le impedían pasar".