Jueves 31 de Mayo de 2012, 10:09

Schoklender sostuvo que Bonafini tomaba las decisiones

| Sergio Schoklender arremetió ante la Justicia contra Hebe y Alejandra Bonafini, al asegurar que la dirigente de derechos humanos tomaba las decisiones en la Fundación Madres de Plaza de Mayo y que su hija gestionó la mayoría de los subsidios que la entidad recibía del Estado en carácter de empleada del Ministerio de Desarrollo Social.

En más de cuatro horas de declaración, el principal imputado en la causa dijo que las decisiones en la entidad que se ocupaba de la construcción de viviendas sociales las tomaba Hebe de Bonafini como presidenta del Consejo de Administración. A su parecer la "única irregularidad" que pudo haber en todo el proceso fue por la intervención de Alejandra como gestora de la mayoría de los subsidios que recibía la entidad por el programa "Sueños Compartidos". Sobre Alejandra Bonafini, quien está citada para ser indagada este jueves, Schoklender sostuvo que estaba contratada en la Fundación por decisión de Hebe y tenía un "sueldo alto". Tras haber estado más de cuatro horas en el juzgado el ex apoderado pidió finalizar la audiencia, para continuar otro día, a raíz que no se sentía muy bien de salud. Previamente, negó que haya habido una "organización delictiva" como le imputa el juez Norberto Oyarbide de haber participado como "jefe". Además, se encargó de defender el proyecto de obras ejecutado por la fundación al afirmar generó "puesto de trabajo, viviendas, y mejores condiciones de vida para la población de sectores marginales". En ese sentido aseguró que no hubo desvío de fondos como se le imputa y que el dinero lo recibía la entidad una vez que estaban finalizadas las obras, aspecto que también aseguró su hermano Pablo la semana pasada al ser indagado. Aseveró que no se trataba de fondos públicos sino que eran "privados" una vez que ingresaban a la fundación, y si bien reconoció que tuvo un papel de "liderazgo" en la Misión Sueños Compartidos, aclaró que su responsabilidad se agotaba a lo que disponía el Consejo de Administración de la Fundación, cuya presidenta era Hebe de Bonafini. Sin embargo, las fuentes judiciales consultadas por Noticias Argentinas relativizaron esa afirmación al descubrir documentación que acredita que Sergio Schoklender era "socio y fundado" de dicho Consejo, con lo cual no podía desconocer las decisiones que se tomaban. Schoklender justificó sus actos al señalar que una vez que se fue haciendo más compleja la estructura de la Fundación, se vio obligado a ir conformando una estructura de gestión dividida por áreas aunque remarcó que todas respondían "directamente" a Bonafini. El ex apoderado dijo desconocer el manejo de las cuentas bancarias, ya que esa tarea estaba a cargo de áreas como la financiera o la contable, y que también respondían a Hebe de Bonafini o a su hija. También insistió ante el juez que conocía de cuentas bancarias en el exterior de Hebe de Bonafini y Mercedes Meronio, esta última vicepresidenta de la Fundación. A Bonafini la criticó por haber echado a todos los empleados de la Fundación una vez estallado el escándalo en la Justicia, lo que -dijo- ocasionó un "perjuicio" a los trabajadores y la paralización de los pagos. Por último, Schoklender sostuvo que siempre quiso colaborar con la investigación. Tras su declaración Sergio Schoklender fue trasladado al penal de Ezeiza donde se encuentra detenido por orden del juez, quien considera que existe riesgo de fuga y entorpecimiento de la investigación por parte del ex apoderado. En la causa además de Sergio Schoklender están detenidos su hermano Pablo, y el contador Alejandro Gotkin, presidente de Meldorek, y los dos últimos acusados de ser "organizadores" de una asociación ilícita. Para el Juez, existió desde el 2005 (cuando se constituyó la Fundación Madres de Plaza de Mayo), hasta el 30 de mayo de 2011 (día en que la Unidad de Información Financiera presentó pruebas ante la Justicia) una asociación que desvió fondos públicos que recibía la entidad hacia otros fines.