Viernes 26 de Enero de 2007, 03:11

Se recordaron 10 años del crimena de José Luis Cabezas

| Al acto realizado el miércoles en Capital Federal, se sumaron los llevados a cabo ayer en Pinamar, General Madariaga y otros puntos del país. La hermana del fotógrafo asesinado, presente en uno de los homenajes, responsabilizó a los jueces de la causa por la falta de resolución del caso. "Tenemos un poder judicial que no funciona y ellos (los condenados que recuperaron su libertad) gozan un beneficio que no les corresponde", dijo.


El reportero gráfico José Luis Cabezas fue recordado hoy al cumplirse 10 años de su asesinato, con actos realizados en Pinamar y General Madariaga, donde fue secuestrado y asesinado la madrugada del 25 de enero de 1997. Además se realizaron homenajes en varios puntos del país y en las redacciones de los medios de comunicación se hizo un minuto de silencio por el colega al que mataron por cumplir con su labor periodística y por cuyo crimen hubo nueve condenados, pero sólo dos siguen presos. El primer acto al que concurrieron la madre de Cabezas, Norma, su hermana, Gladys, y su compañero Gabriel Michi -con quien trabajaba en Pinamar cuando fue asesinado- se llevó a cabo en la cava de un camino rural de General Madariaga donde se cometió el asesinato. "Estoy pidiendo justicia como el primer día", dijo en el lugar la hermana de Cabezas, quien consideró que "tenemos un poder judicial que no funciona y ellos (los condenados que recuperaron su libertad) gozan un beneficio que no les corresponde". Por su parte, Michi aseguró que los familiares y amigos de Cabezas no sólo no se olvidaron de José Luis, sino que tampoco se olvidan de los asesinos, de los instigadores y de los jueces que los liberaron. La madre del fotógrafo asesinado, visiblemente conmocionada, agradeció a los presentes y reclamó a los jueces "que firmen" fallos para que los condenados vuelvan a la cárcel. El escenario del crimen que hace una década conmovió al país se convirtió en un solemne espacio de respeto, con distintas cruces y monolitos con placas alegóricas que se erigen en un terreno con el pasto prolijamente cortado. Luego de la bendición de un cura párroco de Madariaga y tras discursos de representantes de la Unión de Trabajadores de Prensa (UTBA) y de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA), la caravana que había llegado desde la Capital Federal se dirigió a la entrada a Pinamar. En el monumento a Cabezas erigido sobre la avenida Bunge, los presentes encendieron antorchas y realizaron un minuto de silencio. Cabezas fue asesinado de dos balazos en la cabeza y su cadáver fue hallado esposado y calcinado dentro del automóvil que usaba para cubrir la temporada en Pinamar en una cava de un camino rural del partido de General Madariaga. De acuerdo a lo que quedó acreditado en la justicia, el empresario Alfredo Yabrán había instruido a su jefe de custodia, el ex sargento del Ejército Gregorio Ríos, que mande asesinar a Cabezas porque le molestaban sus guardias periodísticas. Cabezas había fotografiado a Yabrán junto a su esposa caminando por la playa en Pinamar, y esa foto que ilustró la tapa de la revista Noticias en 1996 fue la primera que hizo público el rostro del poderoso empresario. "Sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la frente", repetía Yabrán a sus allegados para explicar que el secreto de su éxito radicaba en que su rostro no debía ser conocido. El ex oficial Gustavo Prellezo aceptó la propuesta de Ríos y convocó a cuatro ladrones del barrio platense de Los Hornos -que robaban para él en la costa- para que hicieran el trabajo sucio. Fue así como los miembros de la denominada banda de "Los horneros", José Luis Auge, Horacio Anselmo Braga, Sergio Gustavo González y Héctor Miguel Retana, viajaron a Pinamar para "asustar a un fotógrafo". Según declararon los "horneros", ellos se encargaron de "levantar" a Cabezas en Pinamar y lo llevaron hasta la cava donde Prellezo los asesinó de dos balazos. También declararon ante la justicia que los oficiales Sergio Camaratta y Aníbal Luna participaron de la logística de Prellezo y hasta les mostraron a quién debían "asustar". Todos terminaron presos por orden del juez de Dolores José Luis Macchi, con excepción de Yabrán, quien se suicidó de un escopetazo en la boca, cuando llegó la policía a detenerlo en uno de sus estancias de Entre Ríos. Los tres ex policías, los cuatro delincuentes de Los Hornos y el custodio de Yabrán, fueron condenados en febrero de 2000 a penas de prisión y reclusión perpetua, por un tribunal oal de Dolores, integrado por los jueces Susana Miriam Darling Yaltone, Raúl Pedro Begué y Jorge Luis Dupuy. En 2002, el tribunal de Casación bonaerense les redujo la condena a todos, menos a Prellezo, porque su defensa apeló un día después de vencido el plazo legal para hacerlo. A raíz de esas reducciones y beneficiados por el sistema "2x1", el año pasado los "Horneros", con excepción de Retana que murió en prisión, recuperaron su libertad y a Ríos lo benefició la Cámara de Dolores con la prisión domiciliaria. De esta manera, sólo Prellezo y el ex comisario de Pinamar Alberto Pedro "La liebre" Gómez -condenado en un segundo juicio oral-, son los dos únicos que cumplen su pena en la cárcel, a 10 años de cometido el crimen. Fuente: Télam.