Martes 7 de Agosto de 2007, 11:05

Servini puso en duda una afirmación clave del fiscal Mariju&aac

CASO MICELI | "No está probado que el ladrillo con los 100.000 pesos encontrado en el baño de la "Unidad Ministro" sea el mismo que el Banco Central mandó a Cuenca, ni está probado que la plata haya salido de Cuenca", aseguró la jueza federal María Romilda Servini de Cubría Servini.

La jueza federal María Romilda Servini de Cubría dijo ayer que “no está probado” que el ladrillo de 100.000 pesos hallados junto a 31.670 dólares en el baño del despacho que ocupaba la ex ministra de Economía, Felisa Miceli, “haya salido de la financiera Cuenca” y contó que “hay filmaciones” sobre el episodio que no han sido entregadas a la Justicia. Como se sabe, Miceli fue citada a declarar como acusada ante Servini y el fiscal Guillermo Marijuán el próximo 23 de agosto. “No está probado que el ladrillo con los 100.000 pesos encontrado en el baño de la ‘Unidad Ministro’ sea el mismo que el Banco Central mandó a Cuenca, ni está probado que la plata haya salido de Cuenca”, aseguró Servini. Miceli, de 54 años, asumió como titular de Hacienda en diciembre de 2005 y renunció al cargo el 16 de julio, cuando el fiscal federal Guillermo Marijuán le atribuyó la presunta comisión de delitos de acción pública a raíz del hallazgo de fondos en un armario del baño del despacho que ocupaba. Al reconstruir el episodio, Marijuán explicó que el 5 de junio a las 6.40, brigadistas de la División Explosivos de la Policía Federal encontraron en una bolsa colgada de una percha, dentro del armario, un fajo con 100.000 pesos identificado como lote “38.057 Bco. 30” que, luego, el BCRA informó haber remitido a Cuenca. Dentro de la bolsa que contenía el ladrillo con la suma en pesos, había además 31.670 dólares distribuidos en tres fajos, así como una pequeña cantidad suelta, señaló Marijuán. Según el fiscal, el 21 de mayo pasado el fajo identificado como lote “38.057 Bco. 30” había sido remitido por el BCRA a la Caja de Crédito Cuenca Cooperativa de la localidad bonaerense de Villa Lynch, a la que el Central envió, en esa fecha, otros 400.000 pesos. Sin embargo, la juez Servini puso en duda esas afirmaciones del fiscal y explicó ayer que “no está probado que el fajo encontrado en el baño sea el mismo que el Banco Central mandó a Cuenca. Hemos interrogado a funcionarios del Central y de esos testimonios surge que podría no tratarse del mismo ladrillo”. La magistrada se excusó de brindar precisiones, afirmó haber ordenado numerosas medidas de prueba en la última semana y contó que “hay testigos que nunca declararon ante la Fiscalía y es necesario escuchar”. Además, Servini señaló que hay filmaciones registradas por las cámaras de seguridad del Palacio de Hacienda que muestran a distintas personas circulando por la “Unidad Ministro” de la sede de Economía y agregó que “no tenemos todas esas cintas, aunque las estamos necesitando para llamar a declarar a todas las personas con alguna relación con este hecho”. Diez días antes de su renuncia al cargo, Miceli accedió por primera vez a dialogar con la prensa sobre el hallazgo del dinero, y relató que su hermano Horacio Miceli le había prestado la mayor parte de la suma encontrada para que realizara una operación inmobiliaria que luego se frustró. Las explicaciones de Miceli resultaron poco verosímiles, especialmente porque el rastreo de los fondos orientó a los investigadores hacia Cuenca, una financiera que el 9 de marzo de 2007 había sido denunciada por el Banco Central, por su posible vinculación con operaciones de lavado de dinero. De hecho, Marijuán recordó en un dictamen que la causa contra Cuenca tramita ante el juez de Tres de Febrero, Juan Culotta. Actualmente los bienes de Miceli se encuentran embargados hasta cubrir el equivalente a los fondos de origen incierto que fueron detectados en el baño del sector que ahora ocupa el ministro Miguel Peirano, sucesor de la ex funcionaria. Las inspecciones en la “Unidad Ministro” del Palacio son rutinarias, y el 5 de junio fueron realizadas por el subinspector Patricio Palo y el cabo Carlos Isaías, que cada mañana revisan la sede de Hacienda y la Embajada de Israel. El mayordomo de Hacienda Miguel Lezcano recibió aquella mañana a los policías, y los tres ya fueron interrogados en los tribunales, al igual que la empleada administrativa María Elina Guchea, que estuvo en el escenario del descubrimiento del dinero. No obstante, otras personas que circularon por el despacho de Miceli en la mañana del 5 de junio no han sido interrogadas aún.