Viernes 8 de Febrero de 2008, 13:59

SI NO SE ARREGLAN LAS VÍAS NO MEJORARÁ EL SERVICIO DE TR

| Para que el servicio de El Gran Capitán mejore no hacen falta subsidios, sino que se mejore el estado de las vías y de las locomotoras que tiran de la formación. Este es el reclamo de la empresa Trenes Especiales Argentinos (TEA), según explicó Javier Cantero, referente de la empresa en Posadas.


El servicio ferroviario es la única posibilidad de viajar con que cuentan miles de familias. Y, según Cantero, para mantener el servicio y que se preste en condiciones, la Secretaría de Transporte de la Nación debe hacer cumplir a la firma América Latina Logística (ALL) concesionaria del servicio ferroviario de carga, los convenios por los que está obligada a realizar el mantenimiento de las vías y a garantizar la locomoción del servicio de pasajeros. El mal estado de las vías, que obliga a los trenes a avanzar incluso a cinco kilómetros por hora en algunos tramos, fue admitido también por ALL. Y es la principal causa de las demoras ya que también origina los continuos descarrilamientos, principalmente de los vagones de carga. Ayer, nuevamente el tren partió con demoras desde Posadas, porque llegó con cuatro horas de demora sobre las que ya traía por haber partido más tarde de Buenos Aires tras el fatídico viaje de casi dos días que finalizó con el arribo el miércoles al atardecer. Las cuatro horas de demora fueron porque, según Cantero, fue necesario retirar una formación de ALL que había quedado detenida en el camino por desperfectos. El peor tramo El tramo de vías que atraviesa Misiones es el más corto, pero también el más deteriorado de todo el recorrido que cumple el Gran Capitán, entre Posadas y la Estación Federico Lacroze en Buenos Aires. Las malas condiciones de las vías son admitidas por la empresa América Latina Logística (ALL), concesionaria del servicio de transporte de carga y responsable del mantenimiento de las vías por contrato de concesión. La consecuencia es la velocidad máxima que se establece según las condiciones de cada tramo y esto genera una tensa convivencia entre ALL y TEA. Tanto la velocidad del Gran Capitán de TEA como la de los trenes de ALL son monitoreadas permanentemente. Además, es común ver vagones de carga descarrilados junto a las vías en el trayecto hasta Buenos Aires. El tren necesita correr entre los 50 y los 60 kilómetros por hora para cumplir su recorrido en 26 horas. La precariedad del puente sobre el Pindapoy, que fue reparado provisoriamente tras un descarrilamiento el año pasado, es otro punto delicado del recorrido. Fuente: Territorio Digital.