Lunes 17 de Octubre de 2005, 11:31

Trágico motín

| Treinta y dos internos del Penal de la localidad bonaerense de Magdalena murieron ayer a la madrugada durante un incendio, iniciado en medio de una revuelta desatada por una pelea entre presos, informó el ministro de Justicia bonaerense, Eduardo Di Rocco.

Según precisó Di Rocco, luego de una recorrida por la unidad, “la reyerta no causó muertos”, y que “los 32 fallecidos murieron por inhalar monóxido de carbono”, producido por la quema de colchones y frazadas. Aunque las primeras versiones indicaban que la revuelta se habría producido tras la negativa de las autoridades a acceder a un pedido de los internos para extender el horario de visitas de ayer, Día de la Madre, Di Rocco negó que esa haya sido la causa del conflicto. En ese sentido, Di Rocco aseguró que el motín que provocó el siniestro fue causado, exclusivamente, “por una pelea entre internos”, que tuvo su origen en el pabellón 16 de “autodisciplina” y que luego se extendió al resto de los 17 pabellones de la unidad 28. Asimismo, Di Rocco detalló que durante el motín “no hubo rehenes” e informó que cuatro integrantes del Servicio Penitenciario sufrieron quemaduras y otros dos fueron heridos. Entre los lesionados figuraba el jefe interno del Penal, que fue herido “de gravedad” con un “objeto contundente” y posteriormente trasladado al hospital Italiano. El funcionario indicó además que “no había armas de fuego” en ninguno de los pabellones y aseguró que “la única (arma) que se encontró fue una Itaka que tenía el jefe interno, pero sin balas”. La extinción del incendio, que causó grandes daños en la zona de los talleres y la cocina de la cárcel, se demoró porque los bomberos de Magdalena fueron agredidos por los reclusos. Hasta ayer a la tarde, sólo habían podido ser identificados por sus sobrenombres 9 de los 32 cuerpos y, según indicó Di Rocco, “el Servicio Penitenciario está trabajando para notificar a los familiares” que aguardaban afuera del Penal. Aunque en la unidad “hay presos de máxima seguridad”, Di Rocco sostuvo que “nada hacía prever este brote tremendo de violencia”, que se inició alrededor de la 1 de la madrugada, porque el pabellón 16 albergaba presos de “buena conducta” que tenían “mucho respeto entre ellos”. Fuente: DyN.