Lunes 28 de Mayo de 2007, 11:57

TRANSITAR A NO MÁS DE 60 KM POR HORA

| El mal estado de las vías demora los viajes por el interior; de la Capital a Posadas se tarda más de un día.


José Acuña parece de buen humor. Esto, a pesar de que todavía le restan como mínimo otras siete horas para llegar a Buenos Aires. Conduce El Gran Capitán, el tren de larga distancia que une a Posadas con Buenos Aires y, en su caso, la tardanza resulta soportable sólo por el efecto del acostumbramiento. "Hola. Sí, estamos en Villaguay y no podemos transitar a más de 60 kilómetros por hora, porque el estado de la vías no es muy bueno", dijo desde el teléfono móvil del tren. A este crucero terrestre le lleva como mínimo 26 horas unir los 1200 kilómetros que separa la tierra colorada misionera de los edificios de la Capital. Viajar en un tren de larga distancia en la Argentina casi podría compararse con la trama de un relato clásico: esperanza, primero; crisis, en el medio, y alivio, al final, cuando eventualmente se logra llegar a destino. El deterioro del material rodante y el estado calamitoso de las vías obligan a los convoyes a circular a una baja velocidad exasperante de entre 30 y 60 kilómetros por hora. "Se está tratando de mejorar los servicios, pero estaban destruidos, y lo primero que se hizo fue poner en funcionamiento algunos ramales en forma segura", expresaron en la Secretaría de Transporte. A cuatro años de haber anunciado el Gobierno la resurrección de los ferrocarriles de larga distancia, pudieron adecuarse menos de una docena de ramales: el que une la ciudad de Buenos Aires con Córdoba y, otro, con Tucumán, El Gran Capitán, y algunos de distancia menor, como el que va a Mar del Plata, que administra por ahora la provincia de Buenos Aires, y el que llega a Rosario desde la Capital. De todos modos, en los últimos dos años se hicieron muchos anuncios ferroviarios. El último fue el del tren de alta velocidad para unir la Capital con Mar del Plata en apenas dos horas, que se sumaría al tren bala a Rosario: la empresa francesa Alstom acaba de ganar la licitación. Además, se espera poner a funcionar el de las sierras cordobesas y apurar la licitación de las obras del ramal a Mendoza. Sin embargo, hasta ahora poco cambió, en concreto. Demoras, cambio de horarios y, cuando no, el descarrilamiento en medio de la nada: éstas son algunas de las peripecias que afrontan los pasajeros. En su mayoría, se trata de personas de bajos recursos, pobladores de localidades aisladas, turistas y aventureros. "El tren tiene 15 vagones y viaja completo; es un servicio muy demandado y la respuesta de la gente es excelente", expresó Fernando Gómez, de Trenes Especiales Argentinos (TEA), que explota el recorrido Buenos Aires-Posadas. El costo de los pasajes oscila entre 48 y 150 pesos. Consultado acerca de las demoras, justificó: "Los coches como la locomotora podrían circular a 120 kilómetros, pero por el estado de las vías está muy limitado", dijo. El Gran Capitán se puso en funcionamiento hace poco más de tres años. Mientras que los trenes urbanos o interurbanos transportan a miles de personas todos los días, los de larga distancia tiene escasas posibilidades de competir con otros medios de transporte. "Tienen que mejorar y bajar los tiempos de viaje, y por eso se están haciendo incorporaciones de material rodante y mejoras en las vías", reconocieron en la Secretaría de Transporte. Fuente: La Nación.