Domingo 4 de Noviembre de 2007, 16:32

Una denuncia por coimas en transporte afecta al Gobierno

| Una grave denuncia salpica a un asesor del secretario de Transporte de la Nación, Ricardo Jaime. ¿El motivo?: presuntos pedidos de coimas.

Lo que hasta hace poco era sólo una disputa personal y política en la cúpula de la Secretaría de Transportes de la Nación, acaba de ingresar en el terreno de lo criminal. Ricardo Cirielli, subsecretario de Transporte Aerocomercial de la Nación, presentó en la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas una grave denuncia contra un asesor de su jefe, el secretario de Transporte, Ricardo Jaime. ¿El motivo?: presuntos pedidos de coimas. En la presentación, hecha el jueves 25 del mes pasado, Cirielli acusa a Hilario Lagos, colaborador de Jaime, de arrogarse ante empresarios aeronáuticos un cargo que no tiene para pedir sobornos destinados a resolver cuestiones del área. El origen de la presentación de Cirielli, que ahora investiga el fiscal Manuel Garrido, es una denuncia anónima que habría recibido, dos semanas antes, de un empresario que le contó las supuestas gestiones de Lagos. “Me dirijo a usted para adjuntar la denuncia anónima recibida en esta subsecretaría, teniendo en cuenta que dicha fiscalía es el órgano especializado y competente en la investigación de hechos de corrupción y de irregularidades administrativas por parte de los agentes públicos”, dice Cirielli en el texto. El segundo párrafo es lapidario: “Mediante la misma se denuncia a un asesor de la Secretaría de Transporte, Hilario Lagos, quien se haría pasar por subsecretario de Transporte Aerocomercial para ofrecer favores a cambio de dinero". Consultados por La Nación, en la Secretaría de Transporte se mostraron sorprendidos ante la acusación y negaron conocer la denuncia, aunque confirmaron que Lagos es asesor de Jaime. "No tiene ningún sentido. Es una interna entre ellos (por Jaime y Cirielli); se llevan muy mal", dijeron en esa dependencia. Tanto Jaime como Cirielli son personajes polémicos. El primero ha sido denunciado por la Sindicatura General de la Nación, la Auditoría General de la Nación y la Oficina Anticorrupción (OA) por presuntas irregularidades en el acuerdo de hace unos años entre la estatal Líneas Aéreas Federales (Lafsa) y Southern Winds (SW). Por su parte, a Cirielli lo denunció en 2006, ante la OA, la Asociación Argentina de Aeronavegantes por parcialidad en el ejercicio de la función pública. La OA incluso resolvió que no tratara temas vinculados con Aerolíneas Argentinas. Hace dos años arreció el rumor de que el presidente Kirchner lo iba a echar, pero el tiempo desmintió la versión. La presentación de Cirielli, que no respondió la consulta de La Nación, incluye el sobre y el texto supuestamente recibidos el 11 de octubre, dos semanas antes de hacer la denuncia. También una copia de una nota de autorización, fechada el 2 de octubre y firmada por Lagos, para el uso de un avión Boeing 737-500 a Aerolíneas Argentinas. Cirielli quiere dar a entender que Lagos se atribuye una función que no tiene, al firmar una nota que no le corresponde, dado su cargo de asesor. El sobre de la presunta acusación anónima fue también enviado por el ex sindicalista a la fiscalía. El texto que incluye acusaría a Lagos de haber pedido una coima de US$ 50.000 en nombre de Jaime. No es la primera vez que Cirielli y Jaime tienen desencuentros. El 23 de noviembre de 2006, Jorge Traversa, del área de Actividades Comerciales de la Subsecretaría que conduce el ex sindicalista, le envió una carta al Departamento de Fiscalización del Ministerio que encabeza Julio De Vido, en la que recomendaba revisar pagos de subsidios por combustible hechos a Aerolíneas Argentinas y Austral entre agosto y septiembre de ese año. Fuentes del grupo Marsans, controlante de ambas firmas, rechazaron los cargos. "Cirielli tiene una política encontrada con Aerolíneas Argentinas", contestaron a LA NACION, y agregaron que el subsidio bajó considerablemente en los últimos tiempos y que era insignificante en relación con los costos de la compañía, de más de 84 millones de pesos mensuales. "El Gobierno faculta a la Secretaría de Transporte para otorgar el aporte de combustible, no veo qué tiene que ver la Subsecretaría en todo esto", se quejaron entonces. Según aquella nota, la dependencia de Cirielli le recomendaba al Departamento de Fiscalización no pagar muchos de esos subsidios porque, argumentó, se trataba de rutas rentables que no lo necesitaban. [b]Subsidios a aerolíneas [/b] El beneficio oficial a las líneas aéreas de cabotaje se otorga desde mediados el año pasado, momento en que el Gobierno declaró la emergencia del sector aéreo. El criterio para darlo a las empresas surge de un complejo cálculo que combina el coeficiente de ocupación de los vuelos (la cantidad de pasajeros transportados, dividida por la cantidad de asientos), la tarifa promedio real (ingreso del vuelo dividido por los pasajeros) y los kilómetros. La nota enviada por la gente de Cirielli dice que no coinciden las cifras que Marsans consignó ante la Subsecretaría en una declaración jurada y la información suministrada, al mismo tiempo, a la dependencia de Jaime para pedir los subsidios. El ejemplo fue la ruta a El Calafate: según la Subsecretaría, para vuelos entre Aeroparque, Río Grande y El Calafate, a Austral le habrían correspondido en agosto del año pasado 1,37 millones de pesos, pero terminó recibiendo 4,44 millones, más de 200% de lo que le correspondía. Transporte nunca contestó la acusación de Cirielli. Fuente: Francisco Olivera de la redacción del diario La Nación.