Miércoles 22 de Diciembre de 2010, 10:13

Videla dijo que Balbín pidió el golpe de Estado de 1976

| El ex dictador Jorge Videla sostuvo ayer que en febrero de 1976 el entonces titular de la UCR, Ricardo Balbín, le pidió un Golpe de Estado “cuanto antes” y el actual jefe partidario, Ernesto Sanz, salió al cruce del represor y lo tildó de “perverso”.

En la última audiencia del juicio en su contra por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, Videla sostuvo que “unos 45 días antes del 24 de marzo de 1976” cenó con Balbín en la casa de un “amigo en común” y dijo que el jefe del radicalismo le pidió entonces que “hagan ya un golpe”. Según señaló Videla, el dirigente radical también le expresó en esa oportunidad que “no pretendiera el aplauso” por interrumpir el orden constitucional, pero le garantizó que el radicalismo “tampoco sembraría piedras en el camino”. Al conocer las declaraciones, el senador Sanz salió a rechazarlas con vehemencia, sostuvo que Videla “sigue teniendo la perversidad del 76” y dijo que el represor “no puede manchar la honorabilidad de Balbín, no tiene límites”. “Don Ricardo hacía un grito desesperado a todas las fuerzas políticas, pero con especial atención al propio peronismo para que dejaran de lado las peleas internas para sostener un gobierno democrático que estaba a ocho meses de un proceso eleccionario”, defendió Sanz. El Senador agregó que “la frase hay que llegar a las elecciones aunque sea con muletas marca lo que fue Balbín y el radicalismo en esas horas de 1976”. Agregó que “pretender hoy, un su último alegato y después de tantos procesos, deslindar responsabilidades manchando la honorabilidad de Balbín y de un partido político, me parece que es de una perversidad que no tiene límites”. “La historia marca que el respaldo de Ricardo Balbín a la entonces Presidente Isabel Perón, fue quizás el único que le quedó después de las peleas que había dentro del peronismo”, argumentó Sanz y agregó “hasta el último minuto estuvo dispuesto a dar una mano”. Por su parte, el titular de la bancada de senadores radicales, Gerardo Morales, dijo que “lo de Videla es típico de un asesino, porque sabe que el muerto no puede defenderse”, y destacó la posibilidad que “la democracia que él detestó y temió le da de defenderse”. Su par Mario Cimadevilla remarcó, por su parte, que “la línea histórica del radicalismo que sostuvo la democracia y las instituciones de la República muy a pesar de la violencia y el desprecio que el peronismo manifestaba en esa época”. “Curiosamente, Balbín y Perón fueron los únicos líderes que entendieron la necesidad de juntos salvar la institucionalidad del país, ante la incomprensión del peronismo”, subrayó Cimadevilla.