Miércoles 14 de Agosto, 07:55

AGMER ratificó las medidas de fuerza

Política | La Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGMER) rechazó a la disposición del Gobierno, que otorgará por decreto la recomposición salarial. El sindicato docente ratificó la huelga decidida después de la discusión paritaria en la que el Gobierno hizo tres ofertas no aceptadas.


La Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (AGEMER) ha decidido mantener la medida de fuerza programada para este miércoles y jueves, en protesta por las políticas salariales del gobierno provincial.

Esta decisión se tomó luego de que el Ministro de Gobierno, Manuel Troncoso, anunciara en una conferencia de prensa que se otorgará un aumento del salario mínimo docente a 450.000 pesos, junto con un incremento del 5% correspondiente al mes de julio, que se abonará por complementaria.

Además, Troncoso indicó que el gobierno garantizará que los salarios tanto de docentes activos como pasivos se ajusten a la inflación de agosto.

Sin embargo, generó controversia la decisión de otorgar una suma fija no remunerativa de 120.000 pesos en tres cuotas de 40.000 pesos, destinada únicamente a los docentes activos.

La respuesta de AGEMER fue clara: consideran que la propuesta del gobierno es insuficiente y no responde a las necesidades del sector, especialmente en lo que respecta a los docentes jubilados, quienes no recibirán la suma fija anunciada.

Según fuentes gremiales, el conflicto se mantiene debido a la falta de un diálogo profundo y soluciones integrales que contemplen las demandas de todo el colectivo docente.

La huelga programada se suma a una serie de protestas y paros que los docentes entrerrianos han llevado a cabo en los últimos meses, en reclamo de mejores condiciones salariales y laborales.

Desde AGEMER, reiteraron su llamado al gobierno provincial para que reabra las negociaciones y ofrezca una propuesta más equitativa y acorde a las demandas del gremio.

El conflicto docente en Entre Ríos parece lejos de resolverse, con un escenario de tensión creciente entre el gobierno y el sector educativo.

Mientras tanto, miles de estudiantes se ven afectados por la interrupción de las clases, en medio de una lucha por mejores condiciones para quienes tienen en sus manos la educación de las futuras generaciones.